Luego de haber pasado momentos inolvidables en los 7 años que Andriy Shevchenko vistió la camiseta rossonera, circunstancias extrañas y un destino algo cruel conspiraron para que la historia de amor entre el Milan y Sheva terminara de manera anticipada.

Han pasado algo más de 4 años y todavía está en mi mente el recuerdo de aquel martes 27 de junio de 2006, la primera plana de la Gazzetta dello Sport informaba sobre la noticia más difícil de asimilar para todo el pueblo milanista en los últimos años, inclusive más dolorosa que aquella final perdida contra el Liverpool en Estambul, el traspaso de Andriy al Chelsea se había realizado.

Fue una sensación de tristeza mezclada con sorpresa., después e 7 años de haber compartido tantos momentos felices... la noche de Manchester contra la Juventus, la consagración de Sheva como Balón de Oro o el festejo especial dedicado a su hijo Jordan luego del gol marcado a la Sampdoria, Sheva ya no estría más con nosotros. También tuvimos momentos poco felices, se me viene a la mente el partido de vuelta contra el Deportivo en la Coruña o la final de Estambul pero lo que realmente hacía que una lágrima cayera por tu rostro era el hecho de que a partir de ese momento el '7' del Milan no tendría más a su dueño...

El resto es historia conocida, Shevchenko no pudo triunfar en el Chelsea, regresó al Milan en 2008 pero no pudo acercarse ni la sombra del jugador que una vez fue. Hoy volvió a su Dinamo de Kiev querido y es el referente por excelencia del equipo ucraniano.

Muchos dicen que su decisión de dejar el Milan precipitó el ocaso de su carrera pero todo eso termina siendo solo un mal recuerdo en la carrera de uno de los jugadores más grandes de la historia del fútbol y leyenda del Milan.

Sheva siempre serás recordado como "Il bambino di Kiev" y el número 7 del glorisoso Milan de Ancelotti.

Grazie di cuore non ti dimenticaremo mai!